Hoy por hoy, la limpieza se ha vuelto parte importante de nuestra vida cotidiana. Con la llegada de la nueva normalidad, es importante mantener altos estándares de sanitización, pues ya no es únicamente un proceso más en la larga lista de quehaceres diarios, sino un modo para brindar seguridad y salud a todos.
En la industria, los las tareas de limpieza e higiene deben ser parte importante del quehacer diario, pues además de brindar seguridad a todos los colaboradores, ayuda a mantener en buen estado el equipo y maquinaria con que se cuenta, por lo que es necesario identificar las distintas necesidades de nuestro espacio para poder llevar a cabo la limpieza más adecuada.
Limpieza manual
Como indica su nombre, este tipo de limpieza se lleva a cabo de forma manual con ayuda de herramientas sencillas como cepillos y trapos, pues no es se requiere de equipamiento técnico específico. Sin embargo, debido a la cantidad de agentes químicos que se emplean, es necesario proteger a la persona encargada, por lo que la limpieza manual es cada vez menos frecuente dentro de la industria debido al riesgo que representa.
Por otro lado, resulta un método de gran ventaja cuando solo se necesita limpiar pequeñas superficies o un número de piezas reducido. Igualmente, es una opción a considerar cuando las condiciones para llevar a cabo esta labor no permiten realizar el trabajo de ninguna otra forma.
Limpieza por aspersión
Este tipo de limpieza se lleva a cabo con ayuda de aspersores fijos o móviles, siendo su uso más común para limpiar suelos de todo tipo, cisternas e incluso recipientes o tuberías.
Debido al efecto mecánico causado por la presión, hablamos de un método efectivo que requiere de poco tiempo para su aplicación, permitiendo abarcar grandes espacios.
Limpieza por inmersión
Se trata de uno de los métodos más comunes y eficientes que existen en la actualidad, pues permite limpiar todo tipo de piezas de formas irregulares, tubulares o cilíndricas de una manera sencilla.
La manera en la cual se aplica una limpieza por inmersión varía según las necesidades de la industria. Así, podemos ver casos en los cuales existen instalaciones automatizadas diseñadas expresamente para limpiar piezas o equipos de esta manera, pero también por medio de una inmersión manual.
La temperatura de aplicación bajo la cual se lleva a cabo este tipo de limpieza se encuentra entre los 60 y 80 ºC. Por otro lado, el tiempo de aplicación dependerá del tipo de suciedad, superficie y estado de la pieza a la cual se le aplica el tratamiento.
Limpieza por espuma
La limpieza con espuma se suele llevar a cabo cuando se deben limpiar elementos con espacios que no son accesibles por medio de otros métodos de limpieza industrial. Consiste en aplicar detergente sobre un equipo o superficie con el fin de generar espuma.
La espuma se adhiere a la superficie del elemento y debe dejarse de esa manera durante un tiempo aproximado de 20 minutos, tiempo en que la abrasión química del detergente hará su trabajo y posteriormente será posible retirar la espuma por medio de un enjuagado.
Este tipo de limpieza puede eliminar suciedades que por medio de otros métodos no es posible. A mayor presión de abrasión, es posible alcanzar una efectividad de limpieza mecánica capaz de acabar con partículas de polvo, metal y otras más.
Limpieza con arena proyectada
La limpieza con arena proyectada se utiliza para limpiar la superficie de ciertos tipos de maquinarias y fachadas. Este método consiste en disparar arena a presión por medio de un sistema especial.
La abrasión generada por la arena es capaz de remover la suciedad superficial y resulta altamente eficiente para remover manchas de grasa y humo.
Si bien todos estos métodos pueden apoyar en el mantenimiento de su espacio industrial, acércate a Grupo GASO y te ayudaremos a identificar cuales son tus necesidades particulares y poder elegir la mejor opción ti y tu equipo.